Actividades de Vida Práctica

Cuando María Montessori abrió la primera Casa de los Niños en Roma fue para acoger a las niñas y niños que de otro modo merodeaban sin propósito por las calles sin cuidado ni supervisión.

"Eran niños llorosos y asustados, tan tímidos que no podía hacerlos hablar. Sus caras eran inexpresivas, sus ojos sorprendidos como si nunca hubieran visto nada antes en su vida."

María Montessori - El Secreto de la Infancia

Empezó por atender su higiene personal llenando su «aula» de palanganas, jabón, toallas, pañuelos, peines… Les ayudó a asearse así como a aprender a vestirse y abrocharse los zapatos. Su primer objetivo fue devolverles su dignidad.

Los pequeños respondieron con agradecimiento y compromiso. Tras conquistar su dignidad espontáneamente comenzaron a expandirla también a su hogar con actividades como limpiar, lavar ropa, planchar, coser, poner la mesa e incluso preparar flores para decorar el ambiente.

María Montessori pudo observar que todas estas actividades que los niños realizaban sin obligación, realmente eran «ejercicios» que los niños repetían constantemente, guiados por su maestro interior, ganando en precisión de sus movimientos y a su vez confianza y autonomía.

Estas “sencillas acciones” hicieron que sus miradas cambiaran con ese brillo especial que sólo despierta la curiosidad y la verdadera motivación.

Y así fue como la “vida práctica” tomó forma como la primera asignatura para la vida.

Durante los primeros meses de vida el niño observa, y más adelante colabora activamente; son precisamente estas actividades y su repetición lo que le permite construir la base de su inteligencia. Mientras pasa todo esto las conexiones nerviosas sensomotoras se producen y estimulan a través de la actividad y el movimiento. Es de esta manera que el cerebro se organiza.

Los ejercicios de vida práctica son fundamentalmente una ayuda a la adaptación del niño (que es su impulso vital) a su tiempo y su espacio. Son adecuados para la cultura y el país que los aplica y tienen que ver con los usos y las costumbres.

Más tarde se convirtió en un área específica de aprendizaje con sus ejercicios propios que sería el centro de todas las demás pues es a través de estas actividades que el niño prepara su mente y su mano para la lectoescritura, las matemáticas y el refinamiento de los sentidos.

En Montessori el propósito de la educación es el de ayudar al proceso de independencia.

Por eso se dice que vida práctica es la primera asignatura de la vida.

¿Qué actividades podemos hacer en casa de esta área?
¿Qué objetos son necesarios?
¿Cómo organizamos estas actividades?

Actividades de Vida Práctica Montessori en casa

Cortar papel con líneas

¡Les encanta! Así que, dosifica el número de tiras para controlar las repeticiones máximas al día. El punto de interés esta en el uso de las tijeras y ver el papel caer en el interior de la caja. El propósito directo es la coordinación de movimiento oculo-manual, funcionamiento independiente y cuidado del ambiente.

¿Qué necesitas? Tijeras, papel para cortar y un bol donde tirar los papelitos cortados. Lo ideal es completar también la actividad con una bandeja donde presentarlo todo.

Poner la mesa

Ayudan a delimitar y dar orden. Cada plato, vaso y cubiertos se colocan en su lugar así como la servilleta, la jarra para servir el agua y si es posible, dar un toque de belleza con un pequeño jarrón de flores que hayan podido preparar previamente.

Y si lo hacemos para los demás, entramos con otras áreas como gracia y cortesía.

Descubre nuestro mantel Montessori pinchando aquí.

Cortar una manzana

Muéstrale como aprender a ponerse un delantal y a preparar la actividad con una bandeja, un protector para la mesa, un plato para servir y unas pinzas.

En la presión que se ejerce, el niño logrará cortar en un solo movimiento la manzana en 5 pedazos. Luego para servir los trozos es perfecto usar las pinzas.

Conectar con la necesidad de alimentarse es el objetivo principal.

Rallar queso o chocolate

Es muy importante que en la cocina ¡siempre ofrezcamos a los pequeños objetos de su tamaño! Nuestro rallador mini tiene el tamaño ideal para las manos de los niños.

Podéis rallar por ejemplo chocolate para prepararlo a la taza en un día especial. Como siempre, hay que tener primero todos los elementos preparados: una bandeja, el rallador-mini dentro de un cuenco, chocolate, y un recipiente donde ir guardando la ralladura hasta que sea suficiente. Delantal y protector también se usa, en todas la actividades de preparación de alimentos.

Cortar frutas o verduras

Preparar alimentos con el cuchillo de autonomía o el cortador de verduras resulta de lo más práctico para cortar plátano, pimiento, calabacín…

Además de permitirles aportar es una actividad en la que trabajamos indirectamente la observación, coordinación e incluso las primeras divisiones o fracciones! Actividades sencillas como esta le permitirá en un futuro comprender conceptos abstractos como partir o dividir.

Barrer y recoger

Con escoba, recogedor, cepillo a su medida…

En las escuelas preparamos un pequeño bote con popurrí de flores secas, o recortes del ejercicio de tijeras o similar, lo «tiramos al suelo» y les mostramos cómo agruparlos todos y recogerlos.

En casa es más habitual que tengamos que podamos tirar al suelo harina, pisar una galleta, harina … aprovechos estos momentos para enseñarles a hacerlo sin nuestra ayuda. (Nunca cristales ni nada cortante).

Caminar en la línea

Si te fijas bien, a todos los peques les encanta ir por los bordillos o subir y bajar cada escalón que encuentran por la calle. Este movimiento requiere de mucha atención, coordinación y concentración.

En las escuelas lo que hacemos es dibujar en un lugar especial de la casa una elipse en el suelo con cinta adhesiva. La línea siempre tiene que estar despejada, no se pisa si no se está haciendo el ejercicio de caminar en la línea, y no se cubre con muebles o alfombras. Siempre que quieran pueden practicar a caminar con atención plena sobre la línea, cambiando los pasos si quieren, saltando, galopando, con un cojín en la cabeza o simplemente caminando muy despacio. El movimiento es vital para su desarrollo.

Verter y trasvases

Si nos paramos un momento, desde muy pequeños los niños muestran cuando tienen «sed» pidiendo «agua».

Dejar a su alcance una pequeña jarra y un vaso para que puedan servirse cuando tengan sed, les da mucha autonomía. Deja siempre la cantidad de agua justa para evitar mayores desastres y muéstrale también como recoger el agua que no caiga en el vaso con una esponja o un paño.

Si quieres conocer más sobre los trasvases Montessori te lo contamos aquí.

Como ves, todas las actividades tienen además de una finalidad, un proceso. Descubre en nuestra web un montón de materiales de vida práctica y cocina para niños.