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Un libro de María Montessori sobre la Autoeducación en la Escuela Primaria
Por Juan José Morales Ruiz
Se trata de una traducción al español de la obra de María Montessori L’autoeducazione nelle scuole elementari que fue publicada en 1916. A lo largo de los años se han hecho varias ediciones. Mario Montessori recordaba, en el prólogo de la versión inglesa de este libro, en 1956 –cuatro años después del fallecimiento de María Montessori- el impacto que habían tenido El niño. El secreto la infancia –publicada en Barcelona en 1936- y La mente absorbente del niño –publicada en la India por la editorial Kalakshetra Publisher, en 1950- dos obras fundamentales de María Montessori.
Mario, hablando de su madre, decía que María Montessori debería pasar a la historia por haber sido la educadora más incomprendida de todos los tiempos. “Cualquier otro se habría rendido, porque todo y todos parecían conspirar para menospreciar y destruir su trabajo (…) pero nada demostró ser lo suficientemente poderoso para sofocar la verdad inherente de su trabajo. Excluida de su país, brotó en otro, para regresar enriquecida y llena de nuevo vigor ahí donde había sido desterrada”. Y no exageraba.
Se puede añadir sin temor a equivocarse que, además de en Italia, son muy numerosos los países –entre ellos España- en los que esta auténtica revolución pedagógica al servicio del niño se ha extendido con fuerza. La prueba es este libro que acaba de volver a editarse –en dos volúmenes- sobre la Autoeducación en la escuela de primaria, después de tantos años. Su formulación resulta todavía hoy, un tremendo desafío pedagógico, porque hablar de “autoeducación” es una bellísima utopía, pero lamentablemente una utopía, que sólo podía ocurrírsele a una persona tan profunda como María Montessori.
La autoeducación en la escuela primaria parece desafiar todas las convenciones –incluso las actuales- del sistema educativo, porque al centrarse fundamentalmente en el trabajo del niño, pone en tela de juicio la “figura tradicional” del maestro.
Pero, ¿si el niño es el maestro –me han preguntado en numerosas conferencias sobre la vida de María Montessori- qué hacemos entonces nosotros”. Siempre respondo que sería un tremendo desatino creer que, en el Método Montessori, el niño lo hace todo él, y, sobre todo, que no hace falta el maestro.
Poner en práctica las ideas de María Montessori supone una tremenda revolución. La “guía Montessori” sabe que tiene un papel muy importante en el Aula, que su tarea no se limita a “guardar el orden” –aunque tenga una gran autoridad- ni a organizar simplemente el “trabajo” del niño. La tarea de la “guía” es ponerse al servicio del niño mediante la observación. Una tarea fundamental e indispensable.
Creo en este sentido que este libro que acaba de ser publicado en Ámsterdam por Montessori-Pierson Publishing Company, evidencia que el programa educativo montessoriano se basa, sobre todas las cosas, en la propia actividad del niño, que dispone para ello de unos materiales científicos elaborados por María Montessori, pero que también exige una total y completa preparación del maestro.
Los principios montessorianos son muy claros: autonomía, independencia, iniciativa, capacidad de elegir, desarrollo de la voluntad y autodisciplina. Su aplicación es la base de este proceso de autoeducación del niño, con el que se construye una sociedad más libre, más humana, y más justa. Es un proceso transformador que se puede ver y constatar en el día a día de un Aula Montessori, y que numerosos colegios de prácticamente todo el mundo llevan a la práctica con un notable éxito.
FICHA BIBLIOGRÁFICA DEL LIBRO
María Montessori, La autoeducación en la escuela primaria. Volumen 2, Ámsterdam, Montessori – Pierson Publishing Company: 2023